La Agricultura juega un papel fundamental en la Conservación del Suelo

En honor a Hugh Hammond Bennet, primera persona en lograr aumentar la producción de la tierra mediante la protección de la misma, se conmemora todos los 7 de julio, el día Mundial de la Conservación del Suelo. En honor a Hugh Hammond Bennet, primera persona en lograr aumentar la producción de la tierra mediante la protección de la misma, se conmemora todos los 7 de julio, el día Mundial de la Conservación del Suelo, fecha instaurada para recordar la importancia de la explotación agrícola de manera sustentable, ya que mediante ella se puede producir 58% más de alimentos que una producción agrícola deteriorante.

De acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas (ONU), hasta dos cuartas partes del suelo en el planeta se encuentra en proceso de desertificación, mientras que el 70% de la superficie agrícola mundial enfrenta un deterioro severo. El suelo es un sistema dinámico y complejo cuya función no es sólo la de servir como soporte mecánico para el crecimiento de las plantas, sino que también es el medio a través del cual éstas toman el agua y los nutrientes que necesitan para su desarrollo. Por otro lado, el productor se “comunica” con el cultivo para lograr las respuestas que desea, mediante las prácticas de manejo del suelo que lleva a cabo (laboreo, riego, fertilización, etc.). Cuando un suelo se encuentra en condiciones adecuadas para cumplir con su función para la producción, se dice que es de buena calidad.

El uso irracional del suelo genera una alteración de sus propiedades que puede hacer que pierda parcial o totalmente su capacidad de cumplir con su función. Este fenómeno de disminución o pérdida de calidad del suelo se denomina “degradación”. Aun cuando el movimiento de suelos es un proceso natural, hay que tomar en cuenta que, durante los últimos 40 años, los terrenos y las formas de cultivo han cambiado. Actualmente se cultiva en condiciones menos favorables. La cosecha de cereales propicia que los suelos permanezcan descubiertos y expuestos a la acción de la lluvia y el viento. Así mismo, el abandono de tierras de cultivo, debido a las crisis en el campo, y a las formas de agricultura inadecuadas, deja sin materia orgánica los suelos. Ciertamente, los patrones de lluvia han cambiado en años recientes, pero no tanto como las prácticas agrícolas.